Despues del momento mágico en el faro de Fisterra era obvio que el viaje habia terminado, y con el reventon que llevaba encima (33km con mochila y otros 7 sin ella), fue cenar y a la piltra.
Como el billete de vuelta lo cogi con salida en A Coruña, he tenido que hacer una visita fugaz, con su correspondiente pescadinho a la brasa.
Y luego el tren, 10 interminables horas hasta Logroño en una butaca que creo se podra dormir sin problemas, con el carrusel deportivo en la radio y las ganas de volver a casa, de ver a la familia, los colegas, el pueblo... y ninguna gana de volver a la vida real despues de un mes aislado (casi) por completo de los problemas cotidianos.
1 comentario:
Javi!!ya te había imaginado yo un trotamundos en toda regla. Por lo que comentabas ibas a pasarte por A Coruña pero creía que seguirías dandanzo por allá. Me acostumbraste mal con tu viaje a Australia ;-)
Me alegro que disfrutaras la experiencia. Ahora a ver si no se te hace muy duro la vuelta a la rutina.
Un beso guapo.
Mai
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