Llevo ya muchos días desde que el viaje terminó, pero nos propusimos que el Camino debería continuar, y de hecho voy a hacer lo posible para que así sea. Y aunque mis inquietudes religiosas actuales son mas bien nulas, y dudo mucho que en el sepulcro de la catedral de Compostela esté el auténtico Santiago, y vale que sea una ruta inventada, pero cada uno llevamos encima nuestro propio Camino y lo recorremos por tantas razones como peregrinos hay. Algunos como yo, solamente descubrimos por qué estamos allí al llegar a Santiago, otros lo llevan de casa, pero no hay peregrino de verdad que no vuelva a casa y sepa por que ha estado caminando.
Digo peregrinos por los que salen de casa, por los que empiezan a caminar dejando mejores cosas por hacer, su casa, sus vacaciones, sus colegas y familiares, y durante semanas, y caminan con un objetivo diario que no suele estar mas lejos de 30 kilómetros, que son apenas 20 minutos en coche, pero que es una jornada a pié. Y donde se dan cuenta que su casa cambia de un día para otro, que puede que estas sean sus mejores vacaciones, que cada día encuentra nuevos colegas y/o que sus familiares son esos que caminan junto a ellos.
El Camino debe hacerse de un tirón, que la gente que conozcas sea tu gente del camino, que salgas de un lugar y llegues a Santiago, que sufras algo de miseria y muchos buenos momentos, que en el viaje pegue el sol, llueva, esté nublado, haga viento, haga calor, este templado y hasta haga frío... que los peregrinos que hayas conocido sean tus Peregrinos. Y que nadie me interprete mal, porque no es mi intención menospreciar ni mucho menos a las personas que hacen el Camino por etapas... pero no es lo mismo.
Cuando se empieza el viaje, se comienza caminando, pero no se empieza a hacer el Camino hasta días mas tarde, tu cuerpo de amolda: empiezan las agujetas, los calambres y las ampollas, tu ciclo del sueño comienza a darte problemas: se duerme pronto y se levanta todavía antes, pero lo importante es que tu cabeza comienza a pensar en Peregrino, empiezas a hablar idioma caminés y dejas de estar en Navarra, La Rioja o en la Meseta y ya estás en el Camino, el resto del mundo deja de existir. Durante el Camino te darás cuente de la diferencia entre caminar por el senderito de 30cm o por la carretera asfaltada a la que está pegado.
Lo bonito es llegar a la plaza del Obradoiro sabiendo que lo has conseguido, que has estado caminando un mes y que sí, que existe un lugar llamado Santiago, que has podido con todo, con todos, con las lesiones, con las enfermedades, con los bichos, con el sol, viento y lluvia... y aunque durante el viaje vas a darte cuenta de que lo estas pasando bien, al entrar en la plaza del Obradoiro te darás cuenta de que el Camino ha merecido la pena.
Después de casi tres meses desde que pisé Santiago de Compostela, sigo haciendo lo posible para que mi Camino siga y que lo que aprendí durante mi viaje me sirva en adelante. Que con algo de esfuerzo y un pelín de colaboración se pueden conseguir cosas que no esperas poder conseguir.
Si alguien lee esto, y quiere un par de pinceladas de consejos.
- Mochila ligera, máximo dos prendas de recambio y remedio para las ampollas (aguja, hilo y desinfectante). Piensa lo que vas a necesitar, revísalo varias veces y quédate con un 50% de lo que habías pensado en un principio. Durante el camino te darás cuenta que tras horas de caminata cada kilogramo pesa cada vez mas que la hora anterior.
- Prepárate físicamente algo antes de salir, y lleva calzado con el que hayas caminado al menos 100km. Con los días de viaje te darás cuenta de que no sirve de mucho, pero te harán más llevaderos tus primeras etapas. Pero piensa que el Camino no se hace por deporte, se hace como experiencia. Hay otras muchas rutas deportivas mucho más interesantes que ésta.
- Pasa de los fármacos siempre que puedas.
- Usa bastones (te ayudarán en las cuestas y cuando estés cansado), y descansa siempre que puedas. Verás lo agradecida que es una sombra de un árbol o de unas rocas.
- Haz el Camino de un tirón, si vas a tardar varios días en sumergirte en el Camino, permanece sumergido el mayor tiempo posible
- Disfruta del Camino, de las comidas, de los albergues y de los peregrinos. Lo mejor del viaje va a ser la compañía.
- Prepara tu ruta sobre la marcha, pero llévate algo estudiado de casa, no conviene improvisar demasiado
- Disfruta de los días buenos, de los días normales y de los días malos (que los habrá),
- Haz lo posible por llegar al destino y no hagas trampas (autobuses, taxis...). La recompensa será mayor si sabes que has recorrido cada metro de tierra, piedras, rocas del Camino.
Si te animas a comenzar a caminar espero te sirvan estos consejillos, hay una cosa clara que hay que tener en cuenta durante todo el viaje: hay que llegar al siguiente destino, porque sin dolor no hay gloria.
2 comentarios:
No suelo escribir comentarios, pero aquí no me he podido resistir! Me ha gustado mucho este post, primiko!! Muy profundo y muy cierto. Enhorabuena! ;)
Javí,qué bonito post. Me apetece mogollón vivir eso que has disfrutado tú. No sé cuándo lo haré pero sé que lo haré.
Un beso!!
Mai
Publicar un comentario